Mateo 6:32-33

Mateo 6:32-33

miércoles, 8 de julio de 2015

Elige bien tus amigos por J.C. Ryle

ELIGE BIEN TUS AMIGOS

Entiéndeme, no estoy hablando de conocidos. No estoy diciendo que no debes tener nada que ver con alguien que no es un verdadero cristiano. Tomar tal postura no es posible ni deseable en este mundo. Ser cristiano no requiere que nadie sea descortés. Pero sí te aconsejo que tengas mucho cuidado cómo escoges tus amigos. No brindes tu amistad a alguien sólo porque es inteligente, agradable, de buena casta, popular y bondadoso. Todas estas cosas serán muy buenas, pero no lo es todo. Nunca te satisfagas con la amistad de alguien que no es útil a tu alma.
Créeme, no subestimes la importancia de este consejo. Es imposible decir los daños causados por andar con compañeros y amigos inconversos. El diablo tiene pocas cosas mejores que esto para arruinar el alma del hombre. Dale esta ayuda, y le importará muy poco qué otra armadura tienes para protegerte contra él. Satanás sabe muy bien que tu buena educación, tu buena moralidad, los sermones, los libros, tu hogar cristiano, las cartas de tus padres, de poco te valdrán si te juntas con amigos inconversos. Puede que resistas mu-chas tentaciones directas, que no caigas en trampas comunes, pero empieza a andar con malas compañías, y con esto, él quedará satis-fecho. 2 Samuel 13 contiene la horrible y malvada conducta del príncipe Amnón con Tamar, y encontramos al principio del relato estas palabras: “Y Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab… hombre muy astuto” (2 Samuel 13:3).
Recuerda que todos somos criaturas que imitamos: el precepto podrá enseñarnos, pero es el ejemplo lo que seguimos. Esto se aplica a todos nosotros. Siempre estamos dispuestos a adoptar los modos o las costumbres de aquellos con quienes vivimos, y cuanto más los queremos, más dispuestos estamos. Sin que nos demos cuenta, influyen sobre nuestros gustos y opiniones. Gradualmente abandonamos lo que a ellos no les gusta y adoptamos lo que a ellos les gusta, para quedar bien con ellos. Y lo peor de todo es que adoptamos sus malas costumbres mucho más pronto que sus costumbres buenas y sanas. La salud, desgraciadamente, no es contagiosa, pero muchas enfermedades lo son. Es mucho más fácil contagiarnos un resfrío que contagiarle a otro felicidad. Y de la misma manera, es más fácil debilitar la fe de alguno con nuestra actitud que hacerla crecer.
Joven, te pido que atiendas mi consejo. Antes de dejar que alguien sea tu constante compañero, antes de que te acostumbres a contarle todo, a recurrir a él con todos tus problemas y todas tus alegrías, piensa en lo que he estado diciendo. Y pregúntate: “¿Será ésta una amistad provechosa para mí o no?”
“No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (1 Corintios 15:33). Quisiera que este texto estuviera escrito en tu corazón con la misma claridad con que está escrita en la Biblia.. Los buenos amigos son una de nuestras más grande bendiciones. Pueden impedirnos que caigamos en muchos males, impulsarnos en nuestro curso, dar un consejo en el momento preciso, impulsarnos hacia arriba y adelante. Pero un mal amigo es positivamente una mala influencia, un peso que continuamente nos jala hacia abajo, y nos encadena a este mundo. Frecuenta la compañía de alguien que no es del Señor, y lo más probable es que terminarás como él. Esa es la consecuencia general de tales amistades. Los buenos descienden al nivel de los malos, pero los malos no suben al nivel de los buenos. Aun una piedra se rompe con un continuo goteo de agua. El conocido proverbio dice la verdad: “Dime con quién andas y te diré quién eres”.
Enfatizo mucho este punto porque tiene que ver, más de lo que parece a primera vista, con tus perspectivas en la vida. Si te casas, es más probable que escojas una mujer entre las conocidas por los amigos con quienes andas. Si Jeroboam, hijo de Josafat, no hubiera entablado una amistad con la familia de Acab, lo más seguro es que no se hubiera casado con la hija de Acab. ¿Y quien puede estimar la importancia de escoger correctamente nuestra pareja matrimonial? Es un paso que según un dicho antiguo: “O hace al hombre o lo deshace”. Tu felicidad en esta vida y la siguiente puede depender de ello. Tu esposa ayuda a tu alma o la daña: no hay una opción intermedia. Avivará la llama de la religión en tu corazón, o aventará agua helada en esa llama y la apagará. Ella será alas o cadenas, las riendas o las espuelas a tu cristiandad, según sea su carácter. Aquel que encuentra una buena esposa “encuentra verdaderamente cosa buena,” pero si quieres encontrar una buena, ten cuidado cómo escoges tus amigos.
¿Me preguntas qué clase de amigos debes escoger? Escoge amigos que beneficien tu alma, amigos que realmente puedas respetar, amigos que quisieras tener junto a ti en tu lecho de muerte, amigos que viven la Biblia y no tienen miedo de hablar de ella contigo, amigos de los cuales no te avergonzarás cuando venga Cristo, y llegue el Día del Juicio. Sigue el ejemplo que el salmista te muestra cuando dice: “Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos” (Salmo 119:63). Y recuerda las palabras de Salomón: “El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado” (Proverbios 13:20). Dalo por hecho que andar en malas compañías en tu vida ahora es la manera segura de conseguir peores compañías en la vida venidera.
Fragmento tomado del libro "PENSAMIENTOS PARA HOMBRES JÓVENES" de J.C. Ryle

jueves, 7 de mayo de 2015

El Ministerio de una Esposa Piadosa

         El Ministerio de una                         Esposa Piadosa

                                                             por John MacArthur


El postmodernismo ha dejado muchas cicatrices en el evangelicalismo moderno. Uno que es particularmente profundo, es la práctica de la definición de los conceptos bíblicos en nuestros propios términos. Los estudios de la Biblia a menudo giran en torno a la pregunta: "¿Qué significa este versículopara ti?" Sermones y lecciones bíblicas comienzan con la frase: “Para mí esto significa. . . .” Y el “contexto” tiene más que ver con el intérprete y no lo que está siendo interpretado.
El lector postmoderno ejerce autoridad sobre el texto, que funciona como editor de Dios. Como resultado, muchas doctrinas bíblicas se han reescrito o borrado. Dentro de los que destacan está el papel bíblico de la mujer.
Trágicamente, la prohibición bíblica en contra de que las mujeres asuman roles de liderazgo de la iglesia es a menudo mal entendida o rechazada en su totalidad. Algunos han aplicado erróneamente que la prohibición y obstaculizar la habilidad de una mujer para servir en cualquier capacidad, obligándolas a ceder todo el trabajo del ministerio a los hombres. Otros lo toman como un tipo de chovinismo funcionando en toda la Escritura que debe ser cortado y echado a un lado para que la Biblia sea aplicable y relevante en una cultura post-feminista.
Pero el papel de la mujer en la iglesia no puede definirse simplemente por las prohibiciones contra el ministerio de anciano y el púlpito. La triste ironía es que los que supuestamente defienden la causa de las mujeres en la iglesia son los que pisotean y menosprecian el verdadero y supremo llamamiento de Dios para las mujeres. El estrecho y equivocado enfoque sobre mujeres predicando ha llevado a muchos a pasar por alto completamente las funciones ministeriales vitales que Dios ha diseñado que específicamente cumplan las mujeres.
Ganar el Marido Incrédulo
Para empezar, la mujer de Dios tiene un ministerio de tiempo completo para los incrédulos en su casa –en particular un marido incrédulo. El apóstol Pedro lo dijo de esta manera:
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres al observar vuestra conducta casta y respetuosa (1 Pedro 3:1-2)
Los pastores y consejeros comúnmente escuchan a las mujeres protestando contra este principio. “Mira, tú no conoces a mi marido. Se niega a obedecer a Dios. Él no es un cristiano.¿Cómo puedo someterme a tal hombre?” Pero precisamente ese es el tipo de situación con la que Pedro estaba tratando: “si algunos de ellos son desobedientes a la palabra” sométase de todos modos. No hay exención para las esposas que están casadas con maridos incrédulos. De hecho, lejos de hacer de esas esposas una excepción a la regla, Pedro las utiliza como un ejemplo de lo que la sumisión piadosa puede lograr en un matrimonio. La esposa sumisa bien puede ser el medio escogido de Dios para ganar un marido infiel.
Una esposa creyente mediante su sumisión puede tener una influencia más poderosa en su esposo incrédulo de lo que nunca será al regañarlo o sermonearlo. Mediante su conducta, Pedro dijo, ella puede ganarlo para Cristo “sin decir una palabra” (1 Pedro 3:1). ¿Qué tipo de conducta? “Conducta casta y respetuosa” (1 Pedro 3:2). La pureza de la vida junto con profundo respeto (una especie de "temor" reverencial) hacia el marido: así es como una esposa piadosa muestra sumisión.
Manifestando una Belleza Piadosa
Nótese también el corolario: “Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos“ (1 Pedro 3:3). Las palabras de Pedro no podían ser más oportunas hoy. Las mujeres moldeadas por los valores de la sociedad contemporánea tienden a estar obsesionados con el adorno externo. Pero Pedro dijo que no es donde las prioridades de la mujer deberían centrarse (Pablo dijo algo similar en 1 Timoteo 2: 9-10).
No malinterprete lo que esto significa. Los apóstoles no estaban prohibiendo completamente joyas, cabello estilizado, u otros adornos femeninos; simplemente estaban diciendo que esas cosas no son lomás importante. La forma en que una mujer se ve no es la medida de su verdadera belleza, y los intentos de llamar la atención de todos a la forma en que se ve en realidad muestra una falta de sumisión a su propio marido.
En cambio, Pedro dijo, las mujeres primero que nada necesitan cultivar la belleza interior. Deben estar principalmente preocupadas por "el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios" (1 Pedro 3: 4). Es difícil imaginar algo que Pedro podría haber dicho que sería más fuera de sintonía con las nociones de corrección política-del siglo XXI!. Él estaba diciendo que las mujeres deben ser apacibles y tranquilas y sumisas, no escandalosas, bulliciosas y agresivas. Deberían preocuparse por su propio carácter, y no con la moda del mundo. En otras palabras, el verdadero atractivo de una mujer piadosa –y su verdadera fuerza – es que ella sea apoyo de su esposo y sumisa a él, y ella demuestra esa sumisión a través de la dulzura y la calma serena. Eso no puede de funcionar bien en una cultura feminista, pero es lo que dice la Biblia.
Santidad a Través de la Sumisión
Pedro ciertamente no estaba enseñando que las mujeres deben seguir ciegamente todo lo que sus maridos dicen, como si ellas nunca podrían ofrecer una opinión contraria o pensar por sí mismos. Pero él estaba sugiriendo que una mujer piadosa tratará de “ganar” a su esposo, por medios tranquilos, apacibles respetuosas – no rebelándose contra el, o tratando de tomar el control de su lugar como cabeza de la familia.
Pedro continua estableciendo todo esto en una perspectiva bíblica e histórica:
Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor, y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor. (1 Pedro 3: 5-6)
Pedro no estaba creando ninguna nueva regla. Y sin importar lo que las nociones modernas de corrección política podrían sugerir, estos no son principios anticuados, tampoco. Las mujeres piadosas siempre han estado más preocupadas por la santidad.
La Enseñanza en un Papel Vital
Las mujeres que cumplen supremo llamamiento de Dios en sumisión a sus maridos también están calificadas para un ministerio de enseñanza vital.
Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en su conducta: no calumniadoras ni esclavas de mucho vino, que enseñen lo bueno, que enseñen a las jóvenes a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, a ser prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. (Tito 2:3-5)
La expresión “ancianas” se refiere a mujeres maduras no necesariamente mujeres de edad avanzada, sino esposas y madres que ya tienen experiencia en criar familias y mantener un hogar en orden. Los deberes que Pablo les dio son simples y directos. Han de ser las mujeres de carácter santo ("reverentes en su comportamiento, no calumniadoras ni esclavas de mucho vino"). Y ellas deben ser maestras ("que enseñen lo bueno"). ¿A quienes deben enseñar? A las mujeres más jóvenes. ¿Qué deben enseñar? Pablo enumeró una serie de obligaciones simples por esposas.
Esta sección de Tito da un patrón de belleza para las mujeres que buscan un ministerio en el que puedan poner sus dones para el mejor uso. Las mujeres ancianas deben enseñar a las mujeres más jóvenes las habilidades y disciplinas necesarias para tener un hogar y el matrimonio exitoso. Las esposas y madres experimentadas encontrarán su mayor avenida del ministerio al enseñar a las esposas más jóvenes lo que necesitan saber para ser esposas, madres y amas de casa eficaces.
Supervisar el Hogar
Note, por cierto, que todas las prioridades bíblicas de la mujer se centran en la familia y el hogar: “amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, 5 a ser prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos” (Tito 2: 4-5). El punto de partida es el amor – el amor de la mujer por su propio marido y sus hijos. Y ella expresa ese amor en su virtud y su abnegación, principalmente en el ámbito de su propio hogar. El hogar es donde la mujer verdaderamente piadosa florece. Es el lugar donde se encuentra su mayor alegría. Y es donde tiene su más importante influencia.
Todo esto está envuelto en lo que Pablo quiso decir cuando instó a las esposas a estar sujetas a sus maridos (Efesios 5:22).
Disponible en línea en: Grace To You


jueves, 16 de abril de 2015

Libre de mi celular por Betsy Gómez

Libre de mi celular
por Betsy Gómez

Un tiempo atrás, estaba orando como el salmista : “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos” (Salmo 139:23).Estaba pidiéndole a Dios que me mostrara cómo estaba mi caminar delante de Él, y mientras también meditaba en el contenido de un programa del ministerio de Aviva Nuestros Corazones titulado “Cómo evitar la atadura de la adicción” fui muy confrontada. Allí también decía que muchas veces aquellos que son adictos no pueden darse cuenta de su condición.
Me fui a la cama y en la quietud de la noche sin poder dormir, me di cuenta de que recientemente mi vida ha estado muy centrada en mi celular, y que me he vuelto adicta a las conversaciones en Whatsapp, las discusiones en los grupos, a las notificaciones de Facebook, Twitter…
Pude verme, mientras jugaba con mis hijos o almorzaba en familia, con el celular muy cerca; yendo a todas partes con él, ¡literalmente a todas! En ocasiones me encontraba usándolo al manejar y frecuentemente deteniendo el vehículo para contestar algo u opinar acerca de un tema. También me encontré tomándolo constantemente en los momentos libres, no porque hubiera sonado, sino porque quería saber si me había perdido de algo.
Aunque no me concentraba en aquello realmente importante, me mantenía actualizada de las fotos de mis amigos y aun de personas que ni conozco. Me di cuenta de que estaba perdiendo el interés en establecer conversaciones reales con la gente que amo, porque resultaba más fácil chatear, dar un “me gusta” o comentar. Al final terminaba sintiéndome tan saturada e intoxicada, con mil historias en mi mente para darle seguimiento y con las cuales estar conectada.
No creo que el problema sean las redes sociales, pues, como decimos en mi país, “la fiebre no está en la sábana”. Cuando las redes son bien utilizadas, resultan de gran beneficio (¡es muy probable que llegaste a este artículo por las mismas redes!). Sin embargo, debemos aprender a hacer un buen uso de las mismas. Si no lo hacemos, puede que lo mejor es que dejemos de usarlas.
¿Dónde está el problema real, entonces? Está en mí y en mi corazón, que no anhela a Dios por encima de estas cosas. Sin darnos cuenta, si bien encontramos un deleite real y profundo en Dios y su evangelio, dejamos que placeres efímeros de la carne nublen Su grandeza en estas vidas.
Hoy deseo, cual David, decirle a Dios:
“Oh Dios, Tú eres mi Dios; te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de Ti, mi carne te anhela cual tierra seca y árida donde no hay agua”, Salmos 63:1.
Doy gracias a Dios que el evangelio me permite saber que Dios ama cada área de mi vida, no solo un compartimiento para los domingos. Ese mismo evangelio también dice que mis pecados han sido perdonados por la muerte de Cristo, y que ahora el Espíritu Santo que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en mí y me capacita para vivir una vida plena en Él (Romanos 8:9-11).
Con el propósito de regresar a mi vida real y disfrutar de mis momentos “aquí” y “ahora”, así como para enseñar a mis hijos que debemos derribar los ídolos que levantamos, y enfocarme en una relación más íntima con el Señor y con las personas que amo, he decidido apagar la data de mi celular y establecer horarios; fijando una cantidad de tiempo específica para usar las redes y revisar mis correos.
Recordemos que la Palabra nos dice:
“Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna”, 1 Corintios 6:12.
Para reflexionar: Si alguien monitorea aquellas cosas sin las cuales “no puedes vivir”, o que necesitas a cada instante, ¿cuáles serían los resultados? ¿Te habías dado cuenta de que puede estarse tratando de una adicción?
Fuente: http://www.thegospelcoalition.org/coalicion/article/libre-de-mi-celular
CONSEJOS PARA UN NUEVO
Aquí una recopilación de 10 verdades de la Escritura que, puestas en conjunto, son de ayudan a un recién convertido en sus primeros pasos en la fe. Por supuesto, estas cosas también se aplican a los que tenemos más tiempo siendo cristianos.

1. Asiste a la iglesia

El creyente debe entender la importancia de asistir a su iglesia local para la adoración, el compañerismo y para ser alimentado en la Palabra de Dios. La biblia es muy enfática en este tema, diciendo “no dejando de congregarse, como algunos tienen por costumbre”(He. 10:25). Es por eso que debes asistir a tu iglesia fielmente cada semana.

2. Lee tu Biblia

La fe del creyente es edificada y fortalecida a través de la palabra de Dios. Somos limpiados (Juan 15:3), alumbrados (Salmos 119:105), liberados del engaño (Juan 8:32) y sobre todo somos renovados en nuestro entendimiento (Ro. 12:2) por la constante exposición de las Sagradas Escrituras. Por lo tanto, debes desarrollar el hábito de la lectura diaria de la Biblia. Un consejo más: consigue una Biblia física; no es suficiente tenerla en tu celular.

3. Comparte tu fe

Antes de ascender al cielo, Jesús le dijo a sus discípulos “... Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Mr. 16:15). Estas palabras se constituyen en un mandato a todos los creyentes en todas las épocas. El cristiano debe compartir su fe, predicando el evangelio y haciendo discípulos (Mt. 28:20). Esto tiene un valor especial cuando eres recién convertido, porque tienes un testimonio fresco; testimonio que debes cuidar (Mt. 5:16).

4. Abandona el pecado

El arrepentimiento implica una decisión voluntaria de apartarnos del pecado y abandonar los malos caminos. En este sentido, cuando los fariseos trajeron a Jesús una mujer sorprendida en adulterio, Jesús la despidió diciendo “¿Ninguno te condenó?...Ni yo te condeno; vete, y no peques más” (Jn. 8:10-11). Por eso debes marcar una distancia con los lugares, personas y todo aquello que te exponga al pecado. Mientras vas creciendo en santidad, es de vital importancia el alejarte lo más posible del pecado.

5. Busca un mentor

La figura de un mentor –puede ser tu pastor, un líder o quien te predicó el evangelio– es fundamental para guiar nuestros pasos. Los que nos preceden en la fe pueden ayudarnos a entender mejor las Escrituras, guiarnos, aconsejarnos y velar por nuestro crecimiento espiritual. Aunque siempre se necesita de un mentor, esto es de vital importancia al inicio de nuestra fe. Tener un predicador favorito en Youtube no se compara a tener un hermano más maduro cerca (Pr. 27:17).

6. Encuentra amistades cristianas

El rey Salomón decía “El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado” (Pr. 13:20). Los creyentes debemos rodearnos de personas que sean de testimonio y de una sana influencia en la fe cristiana.

7. Ora en privado

La vida devocional es importante para el caminar cristiano, y en ese sentido la oración es una disciplina indispensable para tu desarrollo. Junto a la lectura diaria, la oración privada es un hábito que determina y contribuye al crecimiento espiritual. Ambas deben ser practicadas desde muy temprano en la fe (Mt. 6:1-6).

8. Busca contenido que te edifique

De seguro tenías muchas cosas que escuchabas y veías en tu tiempo libre para divertirte. Ahora como creyente debes procurar que la Palabra de Cristo more en abundancia en ti (Col. 3:16), y esto incluye lo que cantas, escuchas, lees y ves. Por tanto, busca música que te edifique, páginas de internet donde puedas conocer más de Jesús y libros que te sean de alimento espiritual.

9. Recuerda el evangelio

En tu búsqueda por santidad, puede que te sientas tentado a olvidar el evangelio que te salvó. Pero debes entender que el evangelio no es lo básico de la vida cristiana, sino el centro. Cuando peques o cuando triunfes contra el pecado, recuerda el evangelio (2 Ti. 2:8).

10. Ama a Dios

Lo más importante que nuestras vidas deben exhibir es un amor genuino, constante y creciente por Dios. Jesús dijo que el mandamiento principal es amar “al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Mr. 12:30).
Fuente: http://www.thegospelcoalition.org/coalicion/article/consejos-para-un-nuevo-creyente

viernes, 10 de abril de 2015

La supereminente grandeza del poder de Dios


"Y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos" 
Efesios 1:19

"La supereminente grandeza". Si, Señor, mas vasta y maravillosa de lo que mi pobre y finita mente puede concebir. Tu poder manda al sol soltar su radiante luz y calor; tu poder mantiene a las estrellas en el espacio y hace que la tierra cuelgue de la nada; ¡tu poder gobierna el universo con una sola palabra! ¿No es eso supereminente grandeza? Toda la Naturaleza muestra la obra de tus manos, y tu maravilloso poder puede verse igualmente tanto en las formas de vida y crecimiento mas pequeños como también en los desarrollos mas altos de tu mano creativa.Todos los descubrimientos de la ciencia, todas las revelaciones de sus secretos, las cuales tanto nos han sorprendido y deleitado, no son sino vislumbres del poder y la sabiduría infinitos del Dios cuyo amor es tan grande como su poder, y que no conoce medida ni fin.
- Susana Spurgeon.



Susannah Spurgeon

"¡Lo que ha hecho Dios!" (Nm 23:23). Puedo ver, con demasiada evidencia, la fealdad y deformidad que el pecado ha obrado en mi naturaleza, y los estragos que ha causado entre todas las criaturas que Dios había formado para si mismo. Si no hubiera sido por el mortífero pecado, aun ahora llevaríamos la imagen de Dios. ¿Acaso suplica el lirio su blancura, o el árbol su precioso follaje, o el Sol su esplendor? No. Ellos son tal como Dios los hizo; han mantenido su primer estado; y siguen siendo muy buenos (Gn 1:12) Pero el hombre, pecador, ha caído, y aquel que fue creado a la imagen de Dios está manchado y desfigurado por la maldad de su interior.

¡Ah, querido Señor! Cuando tu nos haces ver nuestro malvado corazón, el horror nos abruma, y enseguida nos veríamos conducidos a la desesperación si Tú no volvieras nuestros ojos de inmediato hacia ese maravilloso monte Calvario, donde Aquel que es "todo el codiciable" (Cnt 5:16) hizo la gran expiación que nos llevo de regreso a Ti. Esa preciosa sangre, que nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7), nos restaura la belleza que el pecado nos ha decomisado; su magnifico color carmesí no solamente cubre nuestra desfiguración, sino que también la quita y nos confiere el encanto que el Señor mira con agrado. 

Oh alma mía, ¿no deseas sobre todas las cosas que esa hermosura de la santidad (Sal 29:2; 96:9) pueda ser tu glorioso vestido? Entonces debes mantenerte muy cerca del Maestro, cerrando la puerta de tu corazón a todo lo malvado, y abriéndola de par en par a la llegada de su Espíritu Santo, quien, al revelarte a Cristo, te hará semejante a Él.
-Susannah Spurgeon

miércoles, 8 de abril de 2015

La Biblia no es una serie de historias desconectadas

La Biblia no es una serie de historias desconectadas

                                                       por Betsy Torres de Gómez
¿Te ha pasado al leer las historias de la Biblia (sobre todo en el Antiguo Testamento) que sólo puedes ver relatos desconectados uno del otro?
¿Qué tiene que ver el sangriento hecho de Caín y Abel con la tierna historia del nacimiento del Salvador?
El relato de Esther es una emocionante novela épica, pero cómo se relaciona con todo el dolor que experimentó Job o con las horribles plagas en Egipto. 66 libros que contienen cientos de historias y colores desplegados en cada página, pero de que se trata todo esto, por qué quiso Dios que fuera ese el contenido de Su carta de amor para nosotros.
La respuesta a esa pregunta ha revolucionado completamente la manera en la que me acerco a estudiar las Escrituras. En el momento que pude comprender que todo, absolutamente todo tiene que ver con un solo tema, se ha despertado un insaciable deseo por descubrir más y más.
Desde Génesis 1:1 hasta Apocalipsis 22:21 todo tiene un sólo tema y es ¡Jesús!
El (Cristo) es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. Colosenses 1:15-17
Aquí te comparto lo que me motivó a escribirte, un video de Dan Stevers con una prédica de Tim Keller que explica muy claramente que la centralidad de toda la escritura es Jesús, cuando lo vi por primera vez sólo pude postrarme en adoración.
¿Dime si al verlo no despertó en ti deseos de acercarte a Cristo?
¡No te quedes pasiva!

Busca a Cristo en Su Palabra

Él quiere ser hallado, la Biblia guiarán tus pasos a conocer Su carácter, Su plan redentor, Su amor. No pierdas la grandiosa oportunidad de entrar en contacto diariamente con el Dios todopoderoso, soberano de toda la creación. Si no tienes un plan de lectura, escoge uno aquí o simplemente lee un par de versículos a la vez

Adora a Cristo

En la medida que lo conoces a través de la lectura Bíblica, no pases las páginas como quien lee un libro de historia, detente y haz un alto para adorar Su nombre, darle gracias, pedir perdón u orar por alguna área de tu carácter que necesita ser cambiada. La Biblia es la única carta que te permite interactuar con el autor de la misma, Él esta justo a tu lado mientras lees Su mensaje para ti. ¿No es eso maravilloso?

Comparte a Cristo con otros

Comparte con tus padres, tus amigas o con tu mentora lo que Dios te ha mostrado, cómo has visto a Cristo en lo que has leído y qué piensas hacer a partir de lo aprendido.

¿Más?

Si no has leído la Biblia para niños Historias de Jesús de Sally Loyd-Jones, te recomiendo. Aunque es dirigida principalmente para niños, he descubierto tesoros en ella, porque de una manera muy hermosa muestra cómo Cristo puede ser visto a través de toda la Biblia. Si quieres ver un ejemplo ve aquí: Cada historia susurra su nombre.
Busca a Jesús en su Palabra, experiméntalo, disfrútalo ¡VÍVELO!

martes, 3 de marzo de 2015

Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor

Consideremos cómo estimularnos 
unos a otros al amor
Por John Piper 

Hebreos 10:23-25
Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió; y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.

¿Qué está haciendo usted con su vida?
Cuando se levanta en la mañana, y enfrenta el día, ¿qué se dice a sí mismo acerca de sus esperanzas para el día? Cuando mira desde el comienzo del día hasta el final, ¿qué quiere que ocurra, que sea aquello por lo cual ha vivido? ¿Qué diferencia quiere que haga su vida? Si dice, ni siquiera pienso así, solo me levanto y hago lo que tengo que hacer, entonces, está alejándose a sí mismo de los medios básicos de la gracia y de la fuente de guía y fortaleza y fruto y gozo. Es evidente en la Biblia, incluyendo en este texto, que Dios quiere que nosotros, conscientemente, nos propongamos algo en nuestros días. La voluntad revelada de Dios para usted es que cuando se levante en la mañana, no divague sin propósito a lo largo del día, dejando que las simples circunstancias dicten qué hará, sino que se proponga algo, que se enfoque en cierto tipo de propósito. Ahora estoy hablando acerca de los niños, de los adolescentes, y de los adultos, de los solteros, casados, de las madres, y de cada negocio que hace.
El despropósito es semejante a la falta de vida. Las hojas muertas en el patio, quizá sean lo que más movimiento tengan en en esa zona, más que el perro, más que los niños. El viento sopla en este sentido, ellas van en este sentido. El viento sopla en ese sentido, ellas van en ese sentido.
Tropiezan, rebotan, saltan, se pegan a la cerca, pero no tienen propósito en cualquier sentido que vayan. Están llenas de movimiento y vacías de vida.
Dios no creó seres humanos a Su imagen para que carecieran de propósito, como hojas muertas que vuelan alrededor en el patio de la vida. Él nos creó para que fuéramos poderosos, para que tuviéramos un enfoque, y un propósito para todos nuestros días. Y esto no es opresivo.
No es esclavitud. No es agotador. Es energizante y liberador (Gálatas 5:13) lograr encontrar para qué fuimos hechos, y hacerlo con todo el poder de Dios (Colosenses 1:29). Jesús dijo: "Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra” (Juan 4:34). ¡Comida!
Proponerse hacer cada día lo que se supone que hagamos es como comer: nos da vida y energía, en lugar de quitarla. Si hace lo que se supone que haga morirá, eventualmente. Quizá sea joven, o quizá mayor. Esa es decisión de Dios, no de usted. Pero cuando muera, haciendo lo que debe hacer, morirá bien y pleno.

El propósito y enfoque de nuestras vidas como cristianos
1. Mantenga firme la profesión de su esperanza.
¿Consideraría usted, conmigo, lo que nos enseñan estos tres versículos sobre el propósito y enfoque de nuestras vidas como cristianos? Quizá Dios los use para traer un enfoque claro a su vida. Él puede usarlos para hacer estallar toda la confusión y disipar toda la niebla y dar una claridad lúcida, rillante, vivificante, primaveral, al propósito de sus días. Primero, el versículo 23 dice: Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió”. Ahora, esto no es algo que usted hace con sus manos o pies.
Usted no va a la cocina a hacerlo, o al cuarto, o cruza la calle, o va a la oficina, o a la escuela. Esto no se hace donde los demás puedan verlo. Éste es un asunto del corazón. Mantenga firme la profesión de su esperanza. Retenga su esperanza. Sea una persona llena de esperanza. Esperanza en Dios. Porque Dios le ha hecho promesas y Él es fiel. Él ha prometido escribir una ley en nuestro corazón (10:16), y obrar en nosotros lo que es agradable a Sus ojos (13:21); ha prometido olvidar para siempre nuestros pecados (10:17); ha prometido que seremos hechos perfectos por un solo sacrificio (10:14); ha prometido nunca dejarnos o desampararnos (13:59); y ha prometido producir bien en todo nuestro dolor (12:10). Y así Él cumple Su palabra.
Pero esto no nos provee con un enfoque suficiente para el día. Dios no nos creó para que nos enrolláramos bajo la frazada y esperáramos en Él todo el día en la cama. La esperanza en Dios, si no produce efecto alguno en nuestra vida, sería invisible y no traería gloria pública al poder y sabiduría y bondad y fidelidad de Dios. Si el acto de tener esperanzas en Dios fuera todo por lo cuál Él nos creó, entonces el versículo 24 sería palabras vacías. Pero no lo es. Dios nos creó, primeramente, para que tuviéramos esperanzas en Él, y luego para que esa esperanza fuera visible por el efecto que tiene sobre nuestras vidas. Y ése efecto es mencionado en el versículo 24, y debe ser el propósito de cada día que vivamos. Ésta es la razón por la que usted se levanta cada mañana.

2. Estimulándonos unos a otros al amor y las buenas obras
Leámoslo: Versículo 24: "y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras". Éste es el enfoque para nuestra vida. Éste es el propósito que tenemos, como cristianos, desde la mañana hasta la noche. Fíjese cuidadosamente: no es lo que usted esperaría. No es: consideremos como amarnos unos a otros al amor y hagamos buenas obras
Ésto sería bíblico y correcto. Pero es diferente: "Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras". Enfoquémonos en ayudar a otros a convertirse en personas amorosas. Propongámonos estimular a otros a las buenas obras. Y, por supuesto, la implicación sería también que si otros necesitan ayuda y estímulo, entonces nosotros también y, por tanto,
estaríamos pensando en qué tipos de caminos podemos idear y sentir y hablar y actuar de modo que nos estimulemos unos a otros al amor y a las buenas obras. El propósito de nuestras vidas no es solo amar y hacer buenas obras, sino ayudar a animar a otros al amor y a las buenas obras.

3. Considerémonos unos a otros
Pero seamos más precisos. Hay algo en este texto que es muy difícil de explicar en español. La palabra "consideremos" ("Consideremos cómo. . ."), es utilizada solo otra vez en el libro, a saber, en Hebreos 3:1, donde el escritor dice: "considerad a Jesús". Es decir, mírenle, piensen en Él, enfóquense en Él, estúdienle, permitan que sus mentes se ocupen en Él. "Jesús" es el objeto directo del verbo "considerad". "Considerad a Jesús" ¿Consideren qué? Considerad a Jesús. Bien, en Hebreos 10:24, la gramática es la misma: el objeto directo de la palabra "consideremos" es "unos a otros". Dice literalmente: "Consideremos unos a otros".

¿Consideren qué?
Considérense unos a otros. Pero esto es casi imposible de llevar al español con el resto de la oración, porque sería muy extraño. Tendría que sonar algo como esto: "Consideremonos unos a otros hacia el estímulo del amor y las buenas obras". Ahora, eso es un español terrible, un buen orden de palabras en griego, pero terrible en español. Lo mejor que podemos hacer, parece, es decir: "consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras". Pero quiero que usted note este matiz del original, para que pueda sentir su fuerza como un propósito y enfoque diario para su vida. Este es Dios, literalmente, llamándonos a considerarnos unos a otros, es decir, a mirarnos unos a otros, a pensar unos en los otros, a enfocarnos unos en los otros, a estudiarnos unos a otros, a ocupar nuestras mentes unos en los otros. Y la meta de este enfoque en los demás es pensar en modos de estimularles al amor y a las buenas obras. Tomemos a los adolescentes, por ejemplo. Hay muchos adolescentes, en Bethlehem, quienes viven para Dios. Ustedes han probado el amor de Dios y han experimentado el poder de Su perdón. Y quieren hacer Su voluntad. Pero, como casi todos los demás, se levantan muchos días y se sienten desanimados. ¿Cuál es el propósito? ¿Por qué ir a la escuela? ¿Por qué trabajar? Y ustedes van decayendo a lo largo del día, tratando de sentirse bien con la música y la comida y los amigos. Pero no sienten que haya propósito, o enfoque alguno.
Le animo a escuchar la Palabra de Dios en Hebreos 10:24. Cuando se levante en la mañana: "considere, piense, medite, delibere, rumie sobre otras personas con esta meta consciente: ¿qué puedo hacer hoy para que ellos se sientan estimulados al amor y a las buenas obras? 
Ahora, hay una razón para vivir y por la cuál enfocarnos cada día, una razón que nunca será aburrida. Cada día es nuevo y diferente. Las personas cambian. Sus circunstancias cambian. Usted cambia. Pero el llamado sigue siendo el mismo: considere, considere, considere a esas personas que están con usted durante el día. ¿Cómo son? ¿Cómo soy yo? ¿Cómo será la situación? ¿Qué ayuda a una persona a volverse amorosa? ¿Cuál es el origen de las buenas obras genuinas? Esta es una razón para vivir que está suficientemente enfocada para ser práctica, y que es suficientemente grande para durar toda una vida.

Reúnanse y anímense unos a otros
Veamos, por tanto, el texto para encontrar la respuesta a cómo lograrlo. El versículo 24 da el enfoque y el propósito: "y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras". Luego, el versículo 25 da las instrucciones para lograrlo. Dice: ". . . no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros”.
Dos principios: Primero, no se nieguen unos a otros. Segundo, anímense unos a otros. Cuando crecía y escuchaba referencias a este texto eran usándolo, más a menudo, como un argumento a favor de la asistencia regular a los servicios de adoración. "no dejen de congregarse, vengan regularmente a la iglesia". Y ésa no es una aplicación errada del texto pues uno de los modos
de estimular y exhortar que tenemos es la predicación de la Palabra de Dios en el Poder del Espíritu de Dios. (Hebreos 13:22 llama al libro de Hebreos una "palabra de exhortación"). Pero, en este contexto, el tipo de congregación en perspectiva parece ser uno donde los se animan "unos a otros". El versículo 25 es explícito: reúnanse y exhórtense unos a otros. El "unos a otros" implica que hay algo mutuo ocurriendo. Uno está exhortando al otro y el otro está exhortando a uno. Cada persona está haciendo o diciendo algo que exhorta. Si usted pregunta a qué corresponde eso en nuestra iglesia, diría que lo que más se le acerca es el grupo pequeño, es por ello que considero tan absolutamente crucial este ministerio. Soy un gran creyente de la predicación. Hay algo en la Palabra de Dios que ruega ser proclamado y anunciado y exultado (además de debatido y enseñado). Pero no tengo la ilusión de creer que la predicación es suficiente en la vida de un creyente. El Nuevo Testamento, especialmente este
libro de Hebreos, nos llama una y otra vez a un tipo de ministerio mutuo que involucra a todos los creyentes en la exhortación unos a otros.
Así que le pido que haga un inventario de su vida: ¿dónde está usted en el versículo 25? Hay dos grupos: los que se reúnen para exhortarse unos a otros, y los se han creado el hábito de no congregarse. Vea esa pequeña frase en el versículo 25: "No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre". La no-participación en un grupo pequeño puede crear una costumbre. 
¿Cómo lo hace usted? David Livingston es mencionado al final de la carpeta de adoración como "Pastor para células y ministerios de adultos". Ello significa que él está allí para ayudarles a romper la costumbre de no participar en grupos pequeños. Dios le está llamando, mediante esta Palabra, a romper la costumbre de no participar, y le está llamando a fortalecer la costumbre de participar en la unidad de un grupo donde se animen unos a otros. Ése no es único el modo de estimular a otros al amor y a las buenas obras, pero es el modo enfatizado en este texto.

¿Qué tipo de exhortación?
Lo que nos deja una última pregunta. ¿Qué tipo de exhortación estimula a los otros al amor y a las buenas obras? Para algunas personas no es obvio que esta pregunta tenga algo que ver con Dios. Muchas personas creen que el amor y las buenas obras son algo bueno que debe buscarse, y muchos dirían que exhortar a los demás es el modo de hacerlo. Y quizá ni siquiera
sean cristianos. O quizá sean cristianos quienes tienen un enfoque poco profundo en Dios. Por ejemplo, en el periódico de ayer, una iglesia es descrita de este modo: "Mientras [el pastor] habla de enviar misioneros, la sensación era que esta congregación existía para elevar la autoestima de sus miembros". Sea o no, una descripción precisa de aquella iglesia, esta es la idea: muchas iglesias tratarían de exhortar así al amor y a las buenas obras.
Pero ése no es el modo bíblico. La clave para exhortar bíblicamente al amor nos es dada en el versículo 23: "Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió”. La clave para amar, en el Nuevo Testamento (el tipo de amor que exalta a Dios y no al hombre), está enraizada en la fidelidad de Dios. ¡Mantenga firme la profesión de su
esperanza! ¡Aprecie su esperanza! Porque Dios es fiel. Él cumple Sus promesas. Sin este tipo de esperanza, sosteniéndonos cada día en medio de todas las frustraciones descorazonadoras y de todas las decepciones aplastantes, usted no tendría fuerza o energía o gozo para exhortar a
alguien al amor y a las buenas obras. Si confía en Dios y no en sí mismo, siempre tendrá algo estimulante y esperanzador que decir, a saber: "Dios es confiable, se puede confiar en Dios. No tengo fuerzas, pero Dios es confiable".

Recursos para una situación difícil
Permítanme terminar con una ilustración que viene nueve versículos después. ¿Cómo trataría de exhortar y sostener el amor de su grupo pequeño si algunos de ellos son lanzados a prisión en un entorno hostil? Éso es lo que sucedió aquí. Y el resto del grupo sabia que si iban a visitarlos (una reunión de grupo pequeño en la cárcel), todos estarían en un gran problema. ¿De dónde obtendría usted recursos (el valor y la gracia para arriesgar su vida y posesiones) para ir a exhortar a sus hermanos y hermanas en prisión?
Vea los versículos 34-35 para conocer la respuesta: "Porque tuvisteis compasión de los prisioneros y aceptasteis con gozo el despojo de vuestros bienes". Así que ellos fueron a visitarlos y se metieron en problemas. ¿De dónde obtuvieron ése valor para amar y exhortar al amor? Siguiente frase: ". . . sabiendo que tenéis para vosotros mismos una mejor y más duradera posesión". Es decir, a causa de que mantuvieron firme la profesión de su esperanza.
Abrazaron su esperanza. Ustedes abrazaron su esperanza en Dios por encima del valor presente del hogar y las cosas, e incluso de la vida. "Por tanto", dice el versículo 25, repitiendo al versículo 23: "no desechéis vuestra confianza, la cual tiene gran recompensa". Ésto es lo que les anima a arriesgar su vida, y este es el mensaje que les llevan. Estimulará al amor en ellos, porque lo hizo en ustedes.

En resumen entonces:
1) Hágase el propósito de considerar a otras personas, de estudiarlas, conocerlas, imaginárselas, con el objetivo de estimularlas al amor y a las buenas obras.
2) Asegúrese de hacerlo reuniéndose a menudo con otros creyentes para el
propósito específico de exhortarse unos a otros.
3) Y permitan que la esencia de esa exhortación sea el recordatorio de cuán grande es nuestra esperanza en Cristo, y que Dios es confiable.
Y mientras ve que se acerca el fin de los tiempos, dice el versículo 25, hágalo más, no menos. ¿Por qué? Como dijo Jesús: "Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará. Pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo".

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miércoles, 18 de febrero de 2015

Administrando Mi Día Sabiamente / para chicas

Administrando mi día Sabiamente
por Albelina Reyes Gómez
“Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría." 
Salmos 90:12.
Has pensado o dicho alguna vez, "no pude hacer suficiente este día", o " tengo demasiadas cosas que hacer y muy poco tiempo". Estas son frases muy comunes. Tenemos mayor demanda de nuestro tiempo en el mundo, ya sea, por la familia, la universidad, el trabajo, el ministerio y tantas cosas que pueden llegar a poner todo fuera de control.
Tenemos que buscar sabiduría en Dios para administrar nuestro tiempo. Así como oramos por provisión, ayuda, etc. También, podemos orar para que seamos sabias. La preocupación que tenemos al pensar en los meses o años futuros son demasiados, esto nos puede llevar a tomar decisiones incorrectas. Jesús nos dice a través de Su Palabra: " Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas." Mateo 6:34. Entreguemos nuestras cargas hoy, que el Dios del universo tiene el control de nuestro mañana.
Una de las cosas que disfruto hacer a inicio de cada año es salir a comprar mi agenda de planificación, me encanta escoger una entre los muchos diseños, formas y tamaños. Llevar una organización de lo que haré y anotarlo en el calendario es de mucha ayuda y puede ser divertido. El problema está cuando llenamos todo un día de listas de cosas para hacer y al llegar la noche, solo logramos realizar una pequeña parte de nuestro objetivo. Esto puede ocurrir por tantas razones, pero, quiero enfocarme en aquellos días en que no hemos podido tener un tiempo devocional o a solas con Jesús. Esta es la parte que quiero compartir con ustedes.
Podemos referirnos a un tiempo devocional como ese momento diario en que leemos la Palabra de Dios, meditamos en ella, oramos y adoramos a Dios. Esto es muy importante en la vida del cristiano, nos ayuda a crecer, madurar en la fé y conocer a nuestro Padre celestial. Son tantas las bendiciones que he encontrado en ese tiempo. Parte de ser sabias esta en no comprometer esto por nada ni nadie. Él debe ser nuestra prioridad.
Estas son algunas de las cosas que podemos experimentar y recibir en este momento de quietud con el Padre:

Transformación

Cada vez que Moisés subía al monte Sinaí a buscar a Dios, su rostro resplandecía, se veía diferente, y esto no solo se podía ver externamente, sino, también en su interior que iba cambiando. ( Éxodo 34:29)

Dirección

Daniel oraba 3 veces al día, en estos momentos encontraba respuestas de como actuar, y Dios le decía que hacer. ( Daniel 6:10)

Bendición

Abraham recibió promesas de parte de Dios, en una de estas ocasiones apartado, Dios le prometió que su descendencia sería innumerable. (Génesis 15:5)

Santidad

Noé, fue hallado justo. A pesar de que el mundo estaba alejado de Dios y en pecado, él no se contaminó. Noé vivía apartado. (Génesis 6:9)

Obediencia

El mejor ejemplo es Jesús, cuando fue a orar en el Getsemaní. Lo que aprendí de ese momento es como nuestro Señor en oración se sometió a la voluntad de Dios. (Lucas 22:42).
¿Que ideas tienes para administrar mejor tu día de manera que puedas pasar tiempo con Jesús? ¿Que cosas te impiden pasar más tiempo con Él?
Escrito originalmente para Aviva Nuestros Corazones