Sobre el Pecado
Sobre el pecado
Como satanás procura desviar al creyente hacia el pecado. Una manera es haciéndolo sumamente atractivo y otra es persuadiendo a los creyentes de que sus pecados son muy pequeños y sin importancia.
Es necesario que veamos el pecado tal como lo veremos en el día del juicio.
Ese día todos verán la verdadera cara del pecado. Cuando todos los pueblos estén reunidos ante el Gran Juez del universo, entonces apreciará la pecaminosidad del pecado. En ese momento el pecado será desenmascarado y será despojado de su atractiva vestimenta; aparecerá más sucio y más vil que el infierno mismo. Lo que antes parecía hermoso y codiciable se manifestará feo y repugnante. La biblia describe el pecado comparándolo con varias cosas: el vómito de un perro, una llaga podrida, la lepra, el estiércol, la espuma del mar, etc. También compara los pecadores con los puercos que se revuelcan en el cieno, bestias brutas, animales irracionales (cabras, perros, bueyes), fieras ondas del mar, estrellas errantes, árboles desarraigados, etc. Es necesario ver el pecado tal como lo veremos en el día de la muerte. La conciencia puede estar dormida por largo tiempo, pero en el día de la muerte y del juicio se despertará y nos mostrará lo dañino y amargo del pecado. Entonces debemos aprender a ver el pecado no como es presentado por el diablo, sino como lo veremos en la eternidad.
Brooks, T. (2001). Remedios preciosos: contra las artimañas del diablo. (O. I. Negrete & T. R. Montgomery, Trads.) (p. 10). Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia.
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